Marcos Calvari, Florencia Silva, Catalina Sosa y Lole Remón integran el colectivo de artistas gestores llamado Casa Intermitente. En esta ocasión están reunidos no desde su hacer colectivo sino individual.

La Residencia se volvió el punto de partida común, en tanto espacio físico y mental. Los resultados son la divergencia de cada subjetividad, circunscritos a las características propias del espacio.

Las preocupaciones y ocupaciones de los cuatro artistas difieren en sus tránsitos aunque no por ello dejan de rozarse y coquetear en ciertos puntos. Así, los señalamientos que superan la medida de una vida humana de Calvari, la intención de repensar funcionalidades de Silva, el retrodiálogo con el lenguaje audiovisual de Sosa y la preocupación por la métrica del tiempo de Remón, son vectores en un espacio que antes de ser infinito ya supone múltiples cruces.

Una conclusión sí parece afirmarse con mayor determinación: Ningún sitio es específico en tanto su tiempo no esté acotado, las obras son de sitio y circunstancia específica.

Lole Remón.-