No fui consciente de que la relación de cada individuo y de la sociedad con su pasado es tan importante para vivir como los propios sueños que en la vida va tejiendo la memoria, el recuerdo, el olvido, la ilusión y la imaginación que influye en todos estos campos, hasta que tuve la oportunidad de vivenciar el empeño de un pueblo originario en recuperar su camino hacia el pasado. Una especie de despertar despiertos en la vida y no morir ya muertos en la muerte.

Es un proyecto colaborativo que propone rescatar la memoria histórica de las ancestras del municipio español de la provincia de Cuenca, Cañada del Hoyo , en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, enclavado en una pequeña vega al pie de un castillo, que perteneció al marqués de Villena, la idea es recuperar a través de las nuevas generaciones y la ayuda de la familia las historias de las abuelas, bisabuelas y tatarabuelas de Cañada del Hoyo.

Proponemos la creación de pequeños altares para ese recuerdo que sobrevive al tiempo con el fin de visibilizar el trabajo, las costumbres, los saberes de las mujeres que estuvieron y siguen estando en la sombra pero que sacaron adelante al pueblo y a sus familias, con sus cuidados y su trabajo. Por ejemplo, en este sentido, un dato curioso en cuanto al término ancestras es la inexistencia de esta palabra el en el diccionario de la real academia española que nos coloca no solo en la situación de plantearnos la invisibilidad y olvido real de nuestras ancestras, sino también plantearnos esa no existencia desde la misma lengua.

Se plantea cómo un evento con recorrido en la misma sede de Kárstica o alrededores en el que nos encontraremos diferentes espacios contenedores de la historia de cada una de las ancestras del pueblo ya sea a través de fotografías, ropa, recuerdos, objetos, maquinaria, herramientas que se hayan heredado, así como grabaciones, prensa, estadísticas sobre índices de mortalidad y natalidad de las mujeres del pueblo. O bien un espacio que recoja la información de todas juntas en un altar. En todo caso cada espacio constituirá, un reencuentro con el pasado y el presente en el que los mediadores, narradores y constructores de la historia como hemos dicho serán sus descendientes. ¿Quién fue la partera de pueblo, quién la curandera, quiénes las hortelanas, las panaderas?

Un recorrido que ofrece el espacio para el reencuentro con las ancestras, la historia de mujeres que están y no están y queremos que estén, queremos ponerles fecha, situarlas, relacionarlas y homenajearlas a través del este proyecto que se concibe como un relato del pasado que reflexiona sobre la importancia de saber quiénes somos, de dónde venimos, del acto de recordar, que las historias no caigan en el olvido. Es cierto que en el acto de olvidar los horrores del pasado que nadie quiere recordar también se pierden el deber de recordar y crear consciencia de la importancia de recuperar nuestras raíces,remover la cultura de nuestros pueblos, a través del legado de nuestras ancestras y reencontrarnos con nuestra esencia original en busca delrecuerdo más antiguo.